sábado, 8 de septiembre de 2007

Cabina de suicidio



Y es que mientras no se comercialice, la gente va a tener que seguir tirando de los métodos habituales, a saber:

- Ahorcarse de un olivo, o en su defecto de una encina. Muy tradicional. El favorito de los pueblerinos del sur de la provincia de Jaén. Ya hablaré del triángulo de la muerte de Jaén algún dia.
- Tirarse desde el balcón. Un tanto menos viejo, pero muy extendido. Mi oftalmóloga lo ha elegido(que putada, a quién pido cita ahora para hacerme una medición de presión ocular). Corre el suicida el peligro de que un poli coñazo se ponga a su lado a darle le tabarra con que "no te tires", que "la vida es bella". Pa cogerlo y tirarlo con uno.
- Darse contra una rotonda (mi favorito). Especilidad de Linares desde que lo inventase un butanero cornudo (a que es irónico), que se recorrió a todo pijo una avenida para darse sin cinturón ni airbag contra una rotonda (y así no aguantar las coñas de sus compañeros).
-Envenenamientos varios: medicamentos, raticidas, ácido, lejía, Cocacola+mentos, cualquiera de esos es usado por gentes cobardes, que no se atreven a dejar un cadaver que haya que recoger con cucharas.
-Cortarse las venas: método favorito de los poetas y filósofos romanos, retomado por niñatas histéricas de hoy en día.
- Rascarse los sesos (por dentro). Aquí aumenta la dificultad, puesto que necesitas el instrumental adecuado:


www.Tu.tv


El resto, son modificaciones o mezclas de los anteriores (ahogarse es tirarse al vacío... del agua). Hasta que inventen las cabinas de suicidio. En ese caso, aparte de meter la moneda (si te crees que tu último acto en la tierra te va a salir gratis, lo llevas claro), tendrá en la pantalla, un botón de confirmación an plan "Ha elegido morir, ¿está seguro?". Ya veo a más de uno pegando golpes al si.

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