miércoles, 7 de marzo de 2007

Subida a Sierra Nevada

Tras años sin subir, me he permitido el lujo de pillar un día de vacaciones, y relajarme... mientras voy comprobando si la cadera aguenta la cantidad de golpes que se llevó.

El que diga que lo de esquiar es como ir en bici miente como un bellaco. Desde el momento en que te plantas los esquis te das cuenta que tu cabeza percibe el cambio, y que busca a toda prisa el programa "esqui" en el cerebelo. Si mientras estás en el telesilla te da tiempo de recuperar la información, entonces enhorabuena. Sino te pasa como amí, que en las primaras bajadas apliqué la cuña cabezonamente con tal de no perder el control.

Luego me solté un poco, un poco más de velocidad, con las leñas que ello conllevan.

Sirva de ejemplo esta de Wolfo (una de las pocas) rodada magistralmente por Helio.