El que mantuve con un individuo desconocido por la calle mientras volvía a casa. Me crucé con él y noté como me miraba intrigado por lo que llevaba en mi mano. Pensé "Mierda, me ha pillado un secuaz de Teddy Bautista".
-¿Son disquetes?, me preguntó
Yo miré a mi mano por si, por el camino a casa, se había transformado la tarrina de 50 DVDs (sin canon del rey del pollo frito) en una cajita de 10 disketes de 3.5'', mediante algún downgrade maléfico. Tras corroborar que no, que seguían siendo DVDs como dios manda, le espeté:
-No, son DVDs.
-Ah... ¿y cuánto te han costado?.
-Pues unos 13 euros.
-¿Dónde?
-Internete.
-Claro.
Y se marchó sin decir nada más, como si hubiese mencionado el demonio en persona.
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