[Este post lo dejé en barbecho, y ahora tras añejar unos pocos meses lo saco]
El fin de semana pasado salí a la calle con la cámara, a la espera de que Wolfo me recogiese. Como estaba atardeciendo (había un poquito de luz) y me aburría hice algo que hago constantemente cuando me aburro y llevo la cámara. Hacer fotos. Además llevaba un objetivo, que si bien es muy luminoso, es un objetivo fijo que no me permite hacer zoom (mi querido y bien barato 50mm 1.8). En estas estaba en el final de la placeta donde está el arco de Elvira, en el extremo más alejado de esta puerta medieval, probando diferentes balances de blancos, exposiciones, un poquito de modo , cuando se me acercan 4 tíos (y un perro) y uno de ellos me dice:
- Te importa no hace más fotos hacia allá.
- ¿qué?
- Que no hagas más fotos hacia allá.
Y señala al Arco de Elvira, en ese momento veo que al lado del arco a 100m de mi, hay otras 20 personas pertenecientes al mismo grupo que estos.
Sonriendo digo:
- Estoy haciendo fotos a Arco Elvira. No salís vosotros.
Y le enseño la última foto en la pantalla de la cámara.
Si ni siquiera mirar a la cámara me dice.
- Pues me da igual. Que no queremos que hagas más fotos.
- Ya pero, es que tengo derecho!
- Que no hagas más fotos.
La actitud es desafiante, agresiva. Empiezo a fijarme en el grupo que tengo delante. Los había tomado por pacifistas, pero los hippies son más tolerantes y menos fascistoides que estos. Están todos vestidos de negro (hasta el perro es negro), y con estética anti-sistema en general.
Mala semana para haberme rapado la cabeza pensé. No es el mejor momento para ir de Derek por la calle. Reflexionando he llegado a una conclusión. En realidad no son antisistemas reunidos en plena calle, y sensibles ante la posibilidad de que les fotografiasen. En realidad son
(auque su aspecto no lo muestre) caribeños de la isla de Bequia, o bien, indígenas de Papua (aunque le hayan cogido el gusto a la música punk), y no les movía preservar su intimidad, sino preservar sus almas para que yo no se las robase.
Esta es una de la fotos, que tanto les incordiaba.
Prometo que la próxima vez que me vayan a molestar, procuraré hacer una foto mucho mejor esta.
El fin de semana pasado salí a la calle con la cámara, a la espera de que Wolfo me recogiese. Como estaba atardeciendo (había un poquito de luz) y me aburría hice algo que hago constantemente cuando me aburro y llevo la cámara. Hacer fotos. Además llevaba un objetivo, que si bien es muy luminoso, es un objetivo fijo que no me permite hacer zoom (mi querido y bien barato 50mm 1.8). En estas estaba en el final de la placeta donde está el arco de Elvira, en el extremo más alejado de esta puerta medieval, probando diferentes balances de blancos, exposiciones, un poquito de modo , cuando se me acercan 4 tíos (y un perro) y uno de ellos me dice:
- Te importa no hace más fotos hacia allá.
- ¿qué?
- Que no hagas más fotos hacia allá.
Y señala al Arco de Elvira, en ese momento veo que al lado del arco a 100m de mi, hay otras 20 personas pertenecientes al mismo grupo que estos.
Sonriendo digo:
- Estoy haciendo fotos a Arco Elvira. No salís vosotros.
Y le enseño la última foto en la pantalla de la cámara.
Si ni siquiera mirar a la cámara me dice.
- Pues me da igual. Que no queremos que hagas más fotos.
- Ya pero, es que tengo derecho!
- Que no hagas más fotos.
La actitud es desafiante, agresiva. Empiezo a fijarme en el grupo que tengo delante. Los había tomado por pacifistas, pero los hippies son más tolerantes y menos fascistoides que estos. Están todos vestidos de negro (hasta el perro es negro), y con estética anti-sistema en general.
Mala semana para haberme rapado la cabeza pensé. No es el mejor momento para ir de Derek por la calle. Reflexionando he llegado a una conclusión. En realidad no son antisistemas reunidos en plena calle, y sensibles ante la posibilidad de que les fotografiasen. En realidad son
(auque su aspecto no lo muestre) caribeños de la isla de Bequia, o bien, indígenas de Papua (aunque le hayan cogido el gusto a la música punk), y no les movía preservar su intimidad, sino preservar sus almas para que yo no se las robase.
Esta es una de la fotos, que tanto les incordiaba.
Prometo que la próxima vez que me vayan a molestar, procuraré hacer una foto mucho mejor esta.
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